La castaña es un producto típico de Otoño pero que podemos consumir durante todo el año. Un producto que es rico en hidratos de carbono aporta poca grasa en su mayoría poliinsaturadas por lo que es un fruto seco que puede formar parte de la dieta de quienes quieren restringir la grasa, también aporta una dosis pequeña de energía, fibra sin efecto irritante por lo que es bien tolerada por el estómago y con bajo aporte de sodio por lo que incluso las personas hipertensas pueden tomarlas.
Ricas en potasio, el calcio y el hierro también están presentes, así como la vitamina C y vitamina E.
Su bajo aporte de sodio hace que pueda combinarse con alimentos dulces y salados, se puede consumir tostada y triturada acompaña a sopas, yogures, macedonias, helados, hervida y en puré aliñada con Aceite y un poco de sal combina con carnes rojas, aves y al horno puede ser un buen tentempié sin grasas y aptos para todos.
CREMA DE CASTAÑAS
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| UN CAPRICHO PARA TU PALADAR |
1 kg de castañas
250 ml de leche
80 g de mantequilla
Sal
Preparación
Hierve las castañas en una olla con abundante agua y una pizca de sal. Al cabo de unos 20 minutos retíralas y, una vez enfriadas, retírales la piel.
Coloca las castañas peladas en un cuenco y vierte sobre ellas la leche caliente. Incorpora la mantequilla y mezcla bien con la ayuda de una batidora. Añade una pizca más de sal.
Puedes colocarlo en botes de cristal herméticos y conservarla en la nevera. Es ideal para utilizar como una mermelada o para acompañar algún plato de carne.
También os recomiendo que probéis el Marrón Glacé elaborado con las mejores castañas seleccionadas, confitadas y glaseadas con azúcar y vainilla, envueltos individualmente y envasado al vacío en frasco de vidrio.
Ideal para sorprender con un buen regalo, como postre o incluso de acompañamiento en repostería y confitería.